"Quien sabe ver cine, sabe rescatar lo bueno que ve" (Jorge Mario)
Concordia se ubica a 430km al
norte de la ciudad de Buenos Aires, frente a la ciudad de Salto, del cual está separada por el río Uruguay. Esta ciudad formalmente llamada San Antonio de Padua de la Concordia, parece ser que su fundación fue el 29 de noviembre de 1831.Tiene una superficie de 3.260 km2 con una densidad de población de 152.282 habitantes aprox. La ruta nacional para llegar a este lugar, es la Nacional n°14, la principal vía de comunicación de Concordia (Entre Ríos) con Argentina y con el resto de países vecinos. Entre sus concordienses más destacados encontramos desde bailarines, cantantes, políticos, futbolistas, poetas y editores, historiadores, músicos de tangos, sociólogos y juristas, entre otros muchos más. Cabe mencionar, que el autor del famoso libro - El Principito- de Antoine Saint Exupéry, tuvo alguna relación en este lugar, y dejó de ello, algo estampado en su otro libro - Tierra de Hombres- , y en el parque de San Carlos, en el palacio se construyó un monumento a su obra más difundida - El Principito-. En dicho parque se encuentra además, un jardín botánico, y también un monumento que recuerda una estancia de José Gervasio Artigas y su pueblo, etc...
Todo esta información está extraído de la estupenda wikipedia, que gracias a ella, podemos aumentar nuestra sabiduría. Pero creo que falta por detallar y de mencionar a un personaje importante para la historia de esta ciudad. Una persona que incluso su testimonio personal puede agrandar la biografía de su ciudad - Concordia- y de su país.
Pero para ello hay que hacer mención de un documental de Néstor Frenkel del 2011 titulado <Amateur>, donde se le hace un tributo a un señor llamado - Jorge N. Mario-. Un señor hogareño que empezó grabando cine en formato super 8 pequeños acontecimientos de su lugar. Este largometraje documental, es una biografía interesante de este autodidacta amateur al que se le filma su propio remake. La duración de esta proyección es de una hora y dieciséis minutos.
Jorge Noberto Mario es un odontólogo, además de periodista y cineasta, entre otras aficiones. Se cuenta su vida como protagonista y realizador de cine en super 8, en lo que se suele decir que consiste en ser un - amateur-, pero sorprendentemente, da muestras de dominar y tener un conocimiento suficiente como para clasificarlo como el de un - profesional del cine amateur-, pues él realiza funciones más transcendentales, y entre ellas están otras de sus pasiones como es el periodismo en - La Radio-. En ello da a conocer su sabiduría cinematográfica, cuya actividad comenzó en un mes de mayo de 1974, en un programa por cable llamado - La Voz de mi Ciudad-, emitido en una emisora de Concordia, donde comenta ( todavía en la actualidad), los estrenos de cine, y así, cumpliendo y superando más de 45 años de su periodismo de cine. Con el tiempo obtuvo su espacio propio para su creación televisiva - Pantalla Brillante-, desde 1975 al 1978. Luego, posteriormente, tuvo otros espacios del mismo estilo hasta 1983, que no detallaremos para no hacer esta parte muy extensa y restar atención. Por supuesto, tuvo sus colaboradores en esos programas y con excelentes cinéfilos y comentaristas especiales. En 1990 comenzó en un mes de diciembre, su propio programa radiofónico - Encuentro Cinematográfico-, eso sí, por frecuencia modulada - FM Citricultura-, manteniéndose un año después totalizando durante la emisiones de cada sábado, un total de 51 programas.
Posteriormente, se cambió a - FM Lourdes-, comenzando una trayectoria que suponemos que ahora en la actualidad, superará los 30 años consecutivos sino más, cumpliéndose más de 1000 programas, incluidos los emitidos en su anterior emisora. Un récord en la provincia de Entre Ríos, colaborando con la - Asociación de Radios FM de Entre Rios-
Su programa de - Encuentros Cinematográficos-, se inicia como si se tratara del rodaje de una película, con una voz diciendo: silencio ...luz... cámara y acción. Comenzando con un tema musical dando la apertura de la película, donde se da paso a continuación de la voz de su locutor durante esos 120 minutos de duración, viviendo la magia del cine hasta el último minuto
Como anécdota de donde alcanza su afición, se nombra con los comentarios curiosos odontológicos en el cine, a través de varias películas cuyos argumentos cuenta con la presencia de un dentista.
La Fundación CONASED, le otorgó por su actividad cinematográfica y radiofónica, el premio al Mérito 1997- 1999. Su tarea le llevó a participar en varios eventos nacionales para programas de radio AM y FM, obteniendo diversos premios y se distinguió como el mejor personaje de Radio Federal 2014, y en una edición binacional en el año 2012, un premio que obtuvo con el - voto popular- como el mejor programa más popular de -Concordia- con 5.856 votos.
Como se puede ver, se está mencionando a una persona que no pasa desapercibido, y más si nos vamos acercando a lo que es su vida
A parte de todo esto, hay que decir también, que es maravilloso que sea real y exista una ciudad con un nombre tan ficcionario, dando alusión a lo que significa Concordia -. Eso es fantástico.
Con una breve introducción, se explica en fotogramas, el proceso evolutivo de la cámara, o mejor dicho, de la imagen, una vez iniciado el siglo XX. Hubo pioneros en conquistar las imágenes en movimiento que suplantó a la fotografía. Los impulsos de atrapar el paso del tiempo y sobretodo, el de los buenos momentos. El resumen de nuestra vida: las vacaciones, los niños pequeños, los bautizos, los encuentros con amigos y familiares, y las celebraciones como las bodas, etc.. Después, la búsqueda del dominio por la cámara. Encontrar la diferencia de la cámara fotográfica y recordar que ahora se filma -el movimiento-. Una vez superado los primeros inconvenientes, se buscó la manera de darle color a ese movimiento. Se pasó a filmar lo tradicional, lo novedoso, lo extraño y lo estrambótico entre cientos de otras cosas. También eso incluía lo violento, lo salvaje y el amor. Se comenzaba a inmortalizar la propia imagen en movimiento. Detrás de todo esto, está la persona detrás del lente de la cámara, sin poder participar en los hechos como un reportero actual, que a la vez, le dio la posibilidad de experimentar con ese avance tecnológico. Muchos de ellos, posteriormente se dedicaron ha hacer cine incluso con los escasos recursos y medios que poseían, y que finalmente lograban proyectar sus cortos a familiares y amigos. Fueron unos cazadores de imágenes. Imágenes que quizás ahora todavía se guarden en esas cajas de zapatos de cartón dentro de un armario.
Después de esta introducción de algunos minutos, da paso a un encuentro de amateurs del super 8, donde sus participantes exponen y divulgan esas grabaciones explicando anécdotas. Algunas de esas proyecciones, olvidadas y recuperadas de nuevo de esas cajas, descubren acontecimientos o detalles nuevos o desconocidos que sorprenden incluso a sus propietarios o herederos.
Después le toca el turno a nuestro protagonista, donde hace mención recordando su film - Winchester Martin-, un Western espagueti de 1978. Donde se visualiza en esa pantalla local y comentando orgullosamente, que debe de tener unas 20 filmaciones en super 8.
El documental va siguiendo los pasos introduciéndose en la vida de J. Mario. Allí conocemos en cortas presencias, a su mujer y su casa, donde sigue explicando sus recuerdos fílmicos. Comenta una grabación de - Martín el Gaucho- , un rodaje de 1951 cuando los estudios de Hollywood se acercaron a Concordia para las escenas de una película. En ese momento y lugar, fue donde Mario tomó afición, y comentando ese recuerdo, visita el lugar en el campo donde todavía existe un árbol que sale en el film. Las cintas o carretes de las películas van envejeciendo, se enganchan y se rompían, y tuvo que pasarlas al sistema de vídeo -VHS-. Su propia productora amateur era un sello con la M, suponiendo lo que es la M de - Mario films-. Después grabó para amistades y filmaba sus casamientos. En ello se dió cuenta que sus imágenes no estaban pausadas, donde una imagen daba paso a otra locamente. Entonces se fijo en las películas y en sus pausas en las escenas, y tomó buena nota para corregir esos defectos, lo que quiere decir que fue aprendiendo autodidactamente. Mario continúa animadamente comentando en sus emisiones radiofónicas las películas, incluyendo las biografías de sus actores. Es un excelente cinéfilo y comentarista. Además de todo eso, aún tiene tiempo en llevar una campaña en solitario, recogiendo firmas en una plaza, para reivindicar un monumento histórico donde allí era un paso de - el camino del Gaucho-. También Mario sabe aprovechar su tiempo de sobras, porque para mantenerse ágil, hace deporte de padel, y además también es el jefe de un pequeño grupo de jóvenes exploradores amantes de la naturaleza - boys scouts-. Mario anota desde sus comienzos, todos los nombres con sus detalles de todas las películas, donde comenta que habrá visualizado unas 13.986 films hasta ese momento. Todo lo tiene anotado correctamente registrado en su - archivo general de cine-. Otros los tiene más modernamente clasificados en su ordenador en sus debidas carpetas, con fechas de actuaciones e incluso de sus defunciones. Es un verdadero apasionado que comprobamos al ver, que mantiene una continuidad y minuciosidad actualizando al día esos ficheros de actores y directores. Además comenta que- quien sabe ver cine, sabe rescatar lo bueno que puede contener-. En el documental biográfico sigue proyectándose sin dejándonos de acompañar de sus anécdotas, los films grabados. Muy entusiasmado dice, que tiene suficientes temas que podía hablar durante toda una noche.
En su habitual vida sigue recogiendo esas firmas alrededor de esa plaza y en la continuidad en esos programas de radio. Su casa también parece un pequeño museo que va sacando de sus rincones esos curiosos premios y galardones que ha obtenido en toda su diversa trayectoria. Todo lo tiene bien organizado.También se atreve a crear guiones de cine, no encuentra problemas, y siempre está dispuesto y a cualquier actividad. Entre sus aficiones, es además, filatelista y hace sus subastas, junto con monedas, billetes, y de diferentes clases de tarjetas. Su mujer es una testimonio que permanece a su lado, colaborando en silencio y haciendo las cosas de casa. Se la ve una señora muy afectuosa comprensible que parece que su vida sea una dedicación y - amor por Mario-.
En sus programas de radio hace mucha mención a sus propias películas, como si fuera una parte más de su cuerpo, porque siempre las tiene muy presentes. Después llega un momento que su aparato de vídeo se atasca mientras nos muestra una película vieja que hay que terminar viéndola en super 8, donde no pone reparos en sacar de los rincones el proyector, la pantalla y demás accesorios. En ello, sigue explicando cómo adquirió ciertos trucos para mejorar sus películas: la sangre de animales, los cuchillos sin filo, los disparos de las pistolas, etc.. Además de los créditos escritos en un cristal para anteponer la imagen. En las conversaciones hace mucha mención a sus viejos compañeros que fueron actores, algunos de ellos, ya están fallecidos. La película de - Winchester Martin- le tiene un poco obsesionado, y se propone -cuarenta años después-, el hacer otro remake. Intenta contactar con los pocos amigos que quedan en vida para que vuelvan a ser parte de actores y construir ese proyecto, pero ya son mayores.
En ese nuevo proyecto, nuestro protagonista comienza a ponerlo en marcha adquiriendo algunos artículos para su realización. Incluso encontró nuevos carretes de rollos de super 8 por si acaso los vuelve a utilizar. Insiste en la búsqueda de nuevos y posibles actores. Y por todos los lugares que habitúa, intenta convencer a alguien que cree que pueda tener su papel, incluso lo intenta en su centro odontológico, en un momento muy cómico, donde trata de convencer a su paciente mientras le trabaja la boca. También intenta convencer a sus compañeros del pádel; en la carnicería y en otros vendedores de tiendas. Pero no logra motivar a nadie.
Como los días dan para muchas cosas, también intenta localizar un negocio que repare su reproductor de vídeo, pero no hay remedio: el sistema VHS, está obsoleto y no hay recambios. Los aparatos tecnológicos novedosos sustituyen a los anteriores formatos, y eso también hace cambiar la vida. Y como él dice: - la vida es bonita, los años pasan y se van, y vamos envejeciendo. Y mantener los recuerdos es importante-.
En la parte final del documental, se hace una exposición de todos los premios, menciones y de sus famosas colecciones digna de records.
Graciosamente, los nuevos protagonistas para ese remake, son sus chicos- boys scouts- que por supuesto, participan alegremente en su producción.
A fecha actual de este siglo XXI, todavía Jorge Mario continúa con todas sus aficiones y sus programas radiofónicos, lo cual seguimos todos sus admiradores apreciándolo mucho.
Es un hombre que transmite con mucha ilusión el amor hacía esas imágenes y al cine, sea la modalidad y el formato que sea. Su pasión contagia y a la vez, la comparte con todo su pueblo. Todo ese amor a esas aficiones, es un motivo para vivir. No le falta un momento de simpatía, ni tampoco síntomas de desánimo. También es un luchador incansable y admirable, que dentro de sus limitaciones, ha sabido hallar las soluciones para todas sus realizaciones.
El nuevo espectador que vea el documental verá que contiene sus momentos tiernos y graciosos: la contemplación de su mujer en silencio, los simpáticos niños y su secuencia odontológica entre algunas otras. Seguro que quedará impresionado, y podrá comprobar y apreciar el carisma que posee Mario y será un futuro admirador.
Ahora existe una etapa en que el interés por las biografías ha disminuido, pero todavía por suerte, aunque sea mínimo, hay un exquisito público que buscan y encuentran en algunas de ellas algo interesante e importante que pueden extraer, en su vidas y en literatura. Eso se ha intentado en este escrito: el procurar que permanezca un testimonio, una memoria, un homenaje, o un recuerdo, para que no se pierda en el olvido, todos esos actos que hay que admirar y los buenos valores que hay que aprender de todas esas personas, de las que entre ellos se encuentra Jorge Mario.
Jorge Roberto Mario (1941) se puede decir, que es una persona apasionada y activista del cine. En una sociedad tan moderna en muchas partes del mundo, una cierta tecnología avanzada (por suerte o por desgracia), no termina de llegar en ciertos pueblos. Quizás por eso, Mario consigue casi artesanalmente (que tiene su gran mérito), recopilar, comentar, coleccionar, clasificar y un largo etc..., todo aquello relacionado con el arte cinematográfico, pues es un autodidacta historiador y archivero del séptimo arte.
El largometraje biográfico de Mario es muy emotivo. Esa laboriosa labor que efectúa tan religiosamente, es digna de hacerle una mención. El amor cinéfilo que expresa, no puede pasar desapercibido para la posteridad. Ojalá exista la suerte y toda la recopilación de su trabajo, pueda terminar siendo recogido por su pueblo llamado Concordia en un merecido y reconocido museo.
Hay que confesar al lector interesado que haya llegado a estas últimas líneas, que este escrito ha permanecido en un borrador desde el 2022, y estancado hasta la actualidad por un pensado proyecto que no se terminó de realizar con el ideal de entrevistarlo virtualmente. A ese escrito se le añadió los últimos apartados. (Agradezco la colaboración de Florencia C.C. que desde Uruguay, me lo dió a conocer y me animó a escribirlo).
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